Los retrocesos de Fibonacci son una herramienta de análisis técnico que se basa en una secuencia numérica descubierta por el matemático italiano Leonardo Fibonacci en el siglo XIII. Esta secuencia consiste en que cada número es la suma de los dos anteriores, empezando por el 0 y el 1. Por ejemplo: 0, 1, 1, 2, 3, 5, 8, 13, 21, 34, 55, 89, etc.
Los retrocesos de Fibonacci se aplican al precio de un activo financiero para identificar posibles niveles de soporte y resistencia, es decir, puntos donde el precio puede cambiar de dirección o rebotar. Estos niveles se calculan dividiendo la distancia entre el punto más alto y el más bajo de un movimiento de precio por ciertas proporciones derivadas de la secuencia de Fibonacci. Las proporciones más utilizadas son el 23.6%, el 38.2%, el 50%, el 61.8% y el 76.4%.