La confianza del consumidor estadounidense continuó su tendencia alcista antes de las elecciones, registrando un aumento del 3,5% en noviembre y alcanzando su nivel más alto en seis meses. Este es el cuarto mes consecutivo de mejora en la confianza del consumidor, lo que sugiere una recuperación gradual en la percepción de las condiciones económicas. Aunque las condiciones actuales no cambiaron significativamente, el índice de expectativas mostró un aumento en todas las dimensiones, alcanzando su nivel más alto desde julio de 2021.
Las expectativas sobre las finanzas personales fueron una de las principales razones detrás de este aumento, subiendo un 6% en noviembre. Esto se debió en parte al fortalecimiento de las perspectivas de ingresos, lo que sugiere que los consumidores están más optimistas sobre su situación financiera futura. Además, las condiciones comerciales a corto plazo aumentaron un 9% en noviembre, mientras que las condiciones comerciales a largo plazo alcanzaron su nivel más favorable en casi cuatro años. Estos resultados indican que los consumidores están más confiados en la economía y sus perspectivas financieras.
Es importante destacar que las entrevistas para este comunicado concluyeron antes de los resultados de las elecciones, por lo que no reflejan ninguna reacción a los resultados electorales. Sin embargo, el sentimiento actual está casi un 50% por encima de su mínimo de junio de 2022, aunque sigue estando por debajo de los niveles previos a la pandemia. Esto sugiere que la confianza del consumidor sigue en proceso de recuperación, pero aún no ha alcanzado los niveles previos a la pandemia.
En cuanto a las expectativas de inflación, los consumidores esperan que la inflación sea del 2,6% en el próximo año, ligeramente por debajo del 2,7% del mes pasado. Este nivel es el más bajo desde diciembre de 2020 y se ubica dentro del rango del 2,3-3,0% observado en los dos años anteriores a la pandemia. Por otro lado, las expectativas de inflación a largo plazo aumentaron del 3,0% al 3,1%, manteniéndose modestamente elevadas en relación con el rango de lecturas observado en los dos años previos a la pandemia.