El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) informó que la tasa de inflación en México bajó al 4,58% en septiembre, después de dos meses de descenso consecutivo. Este resultado es mejor que el esperado por los analistas, quienes pronosticaban un 4,62% anual.
La inflación subyacente, considerada un mejor parámetro para medir la carestía general, aumentó un 0,28% mensual y un 3,91% anual. Por otro lado, la partida no subyacente decreció un -0,72% a tasa mensual, pero aumentó un 6,5% interanual.
Los rubros con mayores incrementos interanuales fueron los seguros y servicios financieros (11,43%), restaurantes y servicios de alojamiento (6,7%) y la educación (5,81%). La desaceleración de los precios respondió a menores presiones en la subyacente y la no subyacente.
El Banco de México (Banxico) recortó los tipos de interés en 25 puntos base hasta un 10,5% el 26 de septiembre, después de que la inflación mostrara signos de desaceleración. Los expertos consideran que este dato podría llevar a un nuevo recorte de tasa en noviembre.
La inflación en mercancías fue de 2,92% anual, la más baja desde enero de 2006. En tanto, la inflación en servicios fue de 5,10% anual, su segundo mes moderándose. El enfriamiento en frutas y verduras contribuyó a la moderación de la inflación en agropecuarios, que alcanzó un 6,76% anual.
El dato de septiembre sugiere que la inflación en México podría estar en camino de estabilizarse, lo que podría tener un impacto positivo en la economía mexicana. Es importante destacar que la inflación sigue siendo un tema relevante en la economía mexicana, y su evolución será clave para determinar las decisiones monetarias del Banco de México en el futuro.